Con la llegada del calor hay ciertos factores que pueden afectar a nuestra diabetes, además de que también cambian nuestras rutinas diarias y nuestra forma de comer.
En primer lugar, el calor y la humedad influyen en nuestros valores de glucemia (azúcar en sangre), porque afectan a la absorción de la insulina, es decir, puede haber más riesgo de tener una hipoglucemia (bajada del azúcar en sangre). Además con el calor las insulinas también se pueden estropear, si vamos a ir a lugares muy calurosos, las insulinas deberán estar en un lugar fresco pero nunca en el congelador o en contacto directo con hielo. Existen unas neveritas o carteras de frío que mantienen la insulina a temperatura constante durante 72h.
Tenemos que tener en cuenta que con el calor es habitual que nos disminuya el apetito, pero aunque se tenga menos apetito, hemos de asegurar un aporte de hidratos de carbono, ya que si no, habrá más riesgo de hipoglucemias.
Una buena alternativa para los días calurosos es tomar comidas ligeras y fresquitas pero que nos aporten esos hidratos de carbono que necesitamos, como son las ensaladas de pasta, de patatas, de legumbres o de arroz. Hay múltiples combinaciones, todo es cuestión de ser creativos en la cocina.
Además, es importante asegurar una buena hidratación. Se debe beber antes de tener sed, ya que la sensación de sed indica que ya hay deshidratación. Para prevenir esto lo mejor es beber agua, pero también se pueden preparar jarras de agua con trozos de limón o naranja, infusiones y tés fríos, frutas, verduras, gelatinas y polos de hielo con fruta.
Respecto a las frutas veraniegas (melón y sandía) se tiene el error de pensar que están “prohibidas”.
Nada más lejos de la realidad. Estas dos frutas son, junto con las fresas y el pomelo, de las que más cantidad se puede comer. Una ración de hidratos de carbono son 10 gramos de hidratos de carbono, que sería como tomar un sobrecito de azúcar de 10 gramos. Hay que tomar fruta 3 veces al día, y las piezas deben ser de 2 raciones de hidratos de carbono, es decir, cada pieza como 2 sobrecitos de azúcar. Volviendo al melón y la sandía se puede tomar hasta 400 gramos para llegar al aporte de 2 raciones de hidratos de carbono, según los últimos datos de la Fundación Alicia y el CIBERDEM. Además, estas frutas tienen gran cantidad de agua, muy pocas calorías y ambas son una fuente importante de vitaminas (la sandía es muy rica en betacarotenos y el melón en vitamina C).
Por último, en cuanto a los helados, tampoco están prohibidos pero hemos de aprender a saber interpretar las etiquetas. Si sabemos que una ración de hidratos de carbono son 10 gramos (como un sobrecito de azúcar), tendremos que fijarnos en la etiqueta y ver cuántos hidratos de carbono aporta ese helado para saber la equivalencia en raciones. Es decir, si tiene 30g de hidratos de carbono, eso equivale a 3 raciones que sería como 3 sobrecitos de azúcar.
Las estrategias a seguir pueden ser varias, por ejemplo compensar tomando menos hidratos de carbono en el resto de la comida, o salir a dar un paseo o hacer ejercicio después o si bien estamos con múltiples dosis de insulina, se pueden aumentar las unidades de insulina ultrarápida., según el consejo de tu médico.
Es importante anotar la glucemia que se ha tenido porque esa información nos será útil para otras ocasiones.
En cuanto, a los helados “sin azúcar”, hay que comparar las etiquetas respecto a los productos convencionales y ver si realmente existe una diferencia significativa como para comprar el producto sin azúcar, ya que, si la diferencia en hidratos de carbono es poca, es preferible comprar el producto convencional, ya que los “sin azúcar” dan sensación de que se puede comer todo lo que se quiera y no es así, además de que son más caros y el sabor no es igual. Pero eso ya es cuestión de cada uno comparar y decidir que producto prefiere.