La diabetes más frecuente es la tipo 1, mayoritariamente en niños, y la diabetes tipo 2, generalmente en adultos y personas mayores. Y aunque parezcan lo mismo, cada grupo la vive o la padece de distinta manera.
Con los niños, la diabetes marca cada día los horarios y las actividades de toda la familia y provoca en los padres la diabetes tipo 3, que produce una preocupación en los niños que puede hacer que “pasen” de lo que la diabetes implica.
Aunque nos asuste, tenemos que prepararlos para hacer una vida normal y darles la oportunidad de demostrar, de aprender a ser autosuficientes. Para eso, lo que aprenden en el campamento deben practicarlo luego en casa.
El miedo de los padres provoca el miedo de los hijos y les incapacita para su independencia futura. Nuestros hijos van a crecer y van a querer hacer cosas sin nosotros. Prepararles y enseñarles a vivir seguros y sin miedo, será nuestra mejor herencia y nuestra tranquilidad en el futuro.
Los niños nos sorprenden en el campamento con su madurez y su facilidad para asumir y entender todo aquello que les explicamos.
Todo lo contrario pasa con las personas mayores, que tienden a pensar que la diabetes es algo “normal” aparejado a la edad y que cualquier complicación es inevitable y no vale la pena esforzarse para evitarla (“¿para qué a mi edad?”)
Los adultos no suelen tener la capacidad de adaptación y aprendizaje que tienen los niños, y en ocasiones pensamos que no nos perjudicamos más que a nosotros mismos.
En eso nos equivocamos: familiares y amigos padecen con nosotros, y sufrirán las complicaciones de una diabetes mal controlada.
Pasarse o pasar. Esas suelen ser las dos opciones por las que se opta en diabetes. No son las únicas ni las mejores, ya que en el término medio está la virtud, y hay que actuar con equilibrío y sensatez (aunque haya que esforzarse a veces).
Debemos pedir y exigir, si hace falta, toda la información y la atención necesaria para controlar nuestra diabetes, debemos cuidarnos por nosotros y por los demás, pero sin angustiarnos. Un buen control nos va a dar una buena vida.